sábado, 3 de diciembre de 2011

De regreso

En cierta ocasión pude acceder al interior de la montaña, el camino de entrada fue hermoso y lento,

Dentro su enorme corazón latía fuerte y seguro. Repitiéndose en el eco como tambores de guerra.

Se me crisparon los sentidos y los recuerdos y aunque no necesité huir, se despertaron mi inquietud y algunos de mis miedos.

El viaje de regreso fue mucho más limpio, como dejarse arrastrar en un torrente pausado y cristalino, con la melodía del pasado y la vista puesta en el asfalto, desnudándome en cada curva de pesadas cargas y dolorosas sensaciones que ya pensé que formaban parte de mi, pude llegar hasta mi adorado océano nueva y libre de escombros pegados a la piel.

De nuevo yo, junto al mar...

martes, 1 de marzo de 2011

Soneto XXX



Tienes del archipiélago las hebras del alerce,
la carne trabajada por los siglos del tiempo,
venas que conocieron el mar de las maderas,
sangre verde caída del cielo a la memoria.
Nadie recogerá mi corazón perdido
entre tantas raíces, en la amarga frescura
del sol multiplicado por la furia del agua,
allí vive la sombra que no viaja conmigo.
Por eso tú saliste del Sur como una isla
poblada y coronada por plumas y maderas
y yo sentí el aroma de los bosques errantes,
hallé la miel oscura que conocí en la selva,
y toqué en tus caderas los pétalos sombríos
que nacieron conmigo y construyeron mi alma.
P. Neruda

domingo, 9 de enero de 2011

La luz era del color de la ceniza mojada.

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Había tardado 12 vidas en descubrir quien no era. Dada la situación casi prefería no pararse a pensar cuanto más tardaría en descubrir quien era...